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Éste será uno de los blogs más difíciles que he escrito. Sé que es un tema muy delicado y no deseo ofender a nadie, pero mi verdad es mi verdad. Y mi punto de vista en este tema no son para los delicados. Así que por favor entienda que esta es solamente mi historia.
Vivo en un área muy religiosa del país, el cinturón bíblico en una zona del Sur profundo, Alabama, y crecí yendo a la iglesia. Claro que luché con fe y mi sexualidad y mi identidad de género, pero nunca renuncié a ser una buena cristiana. Estudiaba mi biblia diariamente, iba a la iglesia, si las puertas estaban abiertas, oraba todos los días y tenía una relación cercana con Dios.
El estigma es más mortífero que la enfermedad en sí, y el conductor principal del estigma del VIH, en mi opinión, es la iglesia.
Pero las cosas cambiaron cuando recibí el diagnóstico de VIH. De repente la mayoría de los miembros de mi iglesia, a los que había conocido la mayor parte de mi vida, ya no querían asistir a la misma iglesia que yo, así que la mayoría se fue. Me sentí tan mal por alejar a todos que yo me fui, y luego la gente empezó a regresar. Después de que pasara algo de tiempo, decidí intentar ir de nuevo; la iglesia estaba llena de personas ahora, pero de nuevo vi a la congregación disiparse hasta quedar una pequeña cantidad de miembros familiares. Entendí que realmente era yo la que no era deseada, así que nunca regresé.
El estigma es más mortífero que la enfermedad en sí, y el conductor principal del estigma del VIH, en mi opinión, es la iglesia. Al decir "iglesia", me refiero a la comunidad general de creyentes, conservadores, de CUALQUIER religión y a sus puntos de vista. No es mi intención ofender a nadie, pero es verdad. Es por la iglesia que el VIH es visto como una "enfermedad gay". La iglesia ha estigmatizado mucho la enfermedad, pero conforme nos hemos dado cuenta de que la enfermedad afecta a más que la población homosexual, el estigma sigue siendo igual. A menudo incluso se considera ser una sentencia por cualquier pecado que cometiste para contraer el VIH.
Sentirse juzgado por la iglesia es algo que acompaña el VIH y traumatiza a las personas que viven con él. Muchos son rechazados por sus familias de fe y de sangre, y excomulgados. Esta experiencia profundamente lleva a la depresión severa y a otras consecuencias graves, pero tristemente es muy común; lo sé debido a mi propia experiencia de ser repudiada. Así que, muchos deciden nunca divulgar su estado y, al contrario, esconden sus secretos de las mismas personas en las que deberían confiar. Y esta decepción es necesaria si quieren seguir rindiendo culto ahí en paz.
He oído tantas historias de personas que han divulgado su estado positivo en la iglesia para luego arrepentirse. Si no fuera por el dogma evangélico, y la transfobia/homofobia, ¿todavía existiría el estigma del VIH? Porque la transfobia y la homofobia son creaciones de la iglesia.
Antes fui creyente, pero he perdido mi fe en la iglesia y en el Dios cristiano. Las acciones de aquellos que dicen ser cristianos han provocado esto. De hecho, no creo que exista todavía la iglesia cristiana; si la cristiandad significa ser como Cristo entonces en su mayor parte, la iglesia está muerta. Claro, existen excepciones y todavía existen algunos "cristianos", pero la mayoría ha cambiado a su Dios por un becerro de oro. ¿O debería decir una escalera dorada y unos candados de oro? El cristianismo ahora se ha convertido principalmente en un culto de MAGA, que se han convertido en terroristas violentos contra la comunidad LGBTQ, los opositores políticos, los jueces, los trabajadores electorales, y cualquier otra persona con la que no están de acuerdo. Las doctrinas del amor, la caridad, y el perdón han sido cambiadas por una mentalidad de guerra empeñada en "hacer llorar a los liberales". Éste no es el Dios en quien yo creo.
La iglesia ha estigmatizado mucho la enfermedad ... A menudo incluso se considera ser una sentencia por cualquier pecado que cometiste para contraer el VIH.
He luchado con mis creencias y estado al punto de ser atea por mucho tiempo, pero comienzo a entender a un Creador con quien yo puedo vivir. Todavía creo en un Dios, sólo que no es el dios psicópata de la guerra y condenación en que mucha gente cree. Muchos creyentes de largo tiempo se han visto obligados a abandonar su iglesia debido al estigma de la iglesia contra el VIH; pero no soy la única. Créame cuando digo que esto deja una profunda herida en el corazón y en el alma.
De nuevo, pido perdón si le he ofendido sobre su religión, pero no puedo renunciar a lo que he dicho, porque esta es mi verdad, y mi opinión, sea la que sea. No odio a los cristianos ni a los musulmanes ni a los judíos. Cómo dicen por ahí, "ama al santo, pero odia a la religión descarriada".
El mismo Jesús nunca condenó a nada fuera de la religión y la hipocresía. "Tumbas, blanqueadas… llenas de huesos de muertos" es lo que dijo de los líderes de la "iglesia" en sus tiempos. Pienso que él se sentiría profundamente decepcionado al ver en lo que la iglesia se ha convertido. Pero si él estuviera aquí para decirlo, entonces probablemente lo volverían a matar, porque no hay nada que odien más que una persona liberal.
Discúlpeme, si sueno abrasiva, no es mi intención serlo, tengo años de heridas profundas causadas por la iglesia y personas religiosas y que nunca han sanado, pero sigo intentando encontrar la paz con mi Creador; son las personas a las que me cuesta perdonar. Esta falta de confianza en la gente afecta cada relación y conversación que tengo, incluso si ya confío en ellas. Creo que quizás mucha de la ansiedad que siento al hablar, dar presentaciones, escribir, y comunicarme con la gente tiene que ver con mis heridas, infligidas por la iglesia y su gente. Ahora solamente confío en los perros, jajaja.
Supongo que cuando se trata de la fe y el VIH cada persona es diferente. Algunas personas se vuelven más religiosas después de su diagnóstico, pero yo me alejé y esa parte de mi murió. Muchas personas que viven con VIH tienen una experiencia similar debido al estigma que tiene la iglesia contra el VIH.
Me gustaría pensar en una manera satisfactoria para terminar este blog, pero no puedo. Así que simplemente cerraré diciendo que, si sientes paz dentro de tu religión, entonces me alegro por ti, honestamente, pero la verdad es que la iglesia ha matado a más personas que la propia enfermedad, y lo sigue haciendo en el nombre de su Dios. Y yo no puedo encontrar paz en eso.
