Sexo Y VIH

Como verán no soy de escribir seguido. Pero sé que cuando lo hago es porque siento la necesidad de contar algo que creo importante. Vivir con VIH es vivir diferente. Aunque muchos crean que uno puede llevar una vida "normal" estando en tratamiento.

La verdad es que estamos expuestos a tantas cosas. Y lo peor es que de esto no se habla. Parece que el mayor tabú de tener VIH es la vida sexual. En mi corto camino de activista he podido observar la necesidad de sexo de quienes viven con VIH. Veo a diario como estas personas buscan casi desesperadamente alguien con quien poder formar una pareja. Y buscan personas que vivan con el virus, sin importar siquiera de que parte del planeta es. Entendible, ya se cansaron de buscar y ser rechazados. Te escriben y lo primero que preguntan es tu estado civil. En los grupos cerrados de las redes sociales se llena de post en búsqueda de pareja o de alguien para conocer en la misma condición.

Ha pegado tan duro la falta de sexo y el rechazo que terminan optando por contratar servicios a trabajadores sexuales o bien por definitivamente no volver a decir que conviven con el virus salvo que vean que es una relación seria.

Moralmente la sociedad nos indica que tenemos que decir que vivimos con el virus si vamos a tener relaciones sexuales, aunque sea casual. Qué fácil es decirlo cuando no te toca!! Si no nos rechazaran seguro que lo diríamos sin inconvenientes. Es impresionante como te rechazan. Y eso me tocó vivirlo. Hombres que me invitaban a salir pero en cuanto les contaba mi condición de vida dejaban hasta de escribirme.

Salís a divertirte para frenar la cabeza. Conoces a alguien y pinta tener sexo. Frenas le decís que es importante que sepa. Se lo decís, como podes, como te sale. Se va… Una vez más te quedaste con las ganas. Ahhh pero ojo si no se lo decís y empiezas a tener sexo seguido y pasa el tiempo y cuando vez que puede que sea algo más que sexo casual decidís decirlo… seva, porque no se lo dijiste antes.

Y te rechazan una vez, dos, tres…. Hasta que decidís no hablar más del tema…

No se dan idea lo duro que es el rechazo. No tener sexo porque vivís con un virus. El autoestima queda enterrado. La tristeza se apodera de vos. Las noches se hacen largas, larguísimas. Y da miedo intentar de nuevo.

Y ahí vamos por la vida en la disyuntiva de no saber si decirlo o no decirlo… mientras todos juzgan esta situación seguimos sin tener sexo porque ahora el miedo esta en nosotros…

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