¡Hola! Mi nombre es Cynthia Díaz y les compartiré mi historia porque quiero que otros sepan que tener VIH no es una sentencia de muerte. Si haces el tratamiento, te espera una larga vida.
El primer relato es la historia de los eventos que me provocaron traumas antes de mi diagnóstico. Comienza en el ambiente en el que nací y cómo este generó las oportunidades para que me ocurrieran experiencias traumáticas a temprana edad.
Cuando vi la luz por primera vez, aprendí rápidamente que a los padres no se les da un manual para criar a los hijos, sino que van sobre la marcha con los valores y comportamientos de sus generaciones pasadas.